LA MEDICINA PERSONALIZADA DE PRECISIÓN:
Además de los retos que se plantearon en los blogs anteriores (Ver “Biología de sistemas”, “Big Data y las ciencias ómicas” y “La Importancia de las Ciencias Ómicas en la Salud”), como reto general, la incorporación de las Ciencias ómicas a la práctica clínica, requiere garantizar una buena coordinación entre centros de investigación e implementación, así como un grado de implantación homogéneo, entre las diferentes comunidades autónomas, de manera que se garantice la igualdad en el acceso a la salud, lo cual requiere de la adopción de cambios administrativos y estructurales en las políticas públicas y privadas de la salud, además de estrategias de financiación para incrementar los intercambios colaborativos y los aprendizajes colectivos.
La Medicina Personalizada de Precisión, tiene como finalidad la adaptación de la práctica clínica a las características individuales de cada paciente, y para ello se sirve de la integración de los datos de las ciencias ómicas con el conjunto de datos clínicos del paciente, de su entorno y de cómo interacciona con el mismo.
En este contexto, las ciencias ómicas juegan un papel fundamental que radica en la posibilidad de estudiar los fenómenos biológicos en detalle, permitiendo conocer las distintas características moleculares y así, por ejemplo, clasificar mejor las enfermedades e identificar dentro de ellas, subgrupos de pacientes susceptibles de recibir un tratamiento más preciso y eficaz
Es importante hacer estudios integradores de varias ciencias ómicas, dado que no todos los niveles biológicos contribuyen de igual manera a la fisiopatología de las enfermedades. En este sentido, hoy se considera que la aplicación de las ciencias ómicas en el diagnóstico y abordaje terapéutico de diferentes enfermedades no debería ser universal. En este sentido, los estudios integradores permitirán establecer una jerarquía sobre qué tecnologías ómicas aplicar en cada caso, teniendo en cuenta la información que aportan y su relevancia en el contexto de la enfermedad. De esta manera, en el futuro será posible priorizar la aplicación en la práctica clínica de unas ómicas sobre otras y, por lo tanto, optimizar los recursos disponibles.
La medicina de población tiene como objetivo aplicar los datos ómicos individuales a nivel poblacional, de manera que sirvan como base para transformar, principalmente, el diseño de estrategias preventivas en el marco de la medicina del futuro. Su importancia radica en que con estos datos será posible estratificar a los individuos en grupos de riesgo, detectar de manera temprana patologías, definir estrategias de intervención dirigidas a la prevención y tratamiento precoz de enfermedades basadas en estos datos58 (para ampliar información ver el Informe Anticipando sobre Medicina Preventiva Personalizada). Precisamente, la prevención a nivel de la población, asociada a una intervención personalizada en fases tempranas de las enfermedades, supone uno de los pilares básicos a la hora de mantener un estado de salud y alcanzar un envejecimiento saludable y debe constituir una de las apuestas decididas de la medicina del futuro.
A partir del conocimiento derivado de la integración de las ciencias ómicas tras la aplicación generalizada de las tecnologías ómicas, será posible explicar mejor los fenotipos tanto fisiológicos como patológicos en cada individuo. De esta manera, en el futuro será posible contar con información que refleje la complejidad biológica de los sistemas vivos, ayudando a la comprensión de los mismos y proporcionando una visión holística a los profesionales de la salud que potenciará la instauración de la Medicina Personalizada de Precisión en la práctica clínica habitual.
